La Libertad Creadora

viernes, octubre 26, 2007

PROBLEMAS ETICOS Y CONTAMINACIÓN

PROBLEMAS ETICOS EN LOS VIAJES ESPACIALES
Y LA CONTAMINACION DEL AMBIENTE EXTERIOR
Ing. civil Carlos J. Rocca.

Astrónomos de los Observatorios Llowel de Arizona y del Teide de Canarias, informaron sobre el descubrimiento de un Planeta gigante, veinte veces mayor que la Tierra, una bola de hidrógeno a 1200 grados Celsius a 1400 años luz y de otras singularidades del Universo, entre ellas y talvez las más sorprendentes, la colisión de galaxias, la generación de agujeros negros y la consumisión continua de estrellas, como el sol que nos ilumina, en la voracidad de los agujeros.
También atrajo la atención recientemente la extensa cola de la estrella Mira descubierta por el telescopio espacial ultravioleta GALEX de la NASA, como estela de gases de 13 años luz de largo, 20.000 veces la distancia del Sol a Plutón, arrojando carbón, oxigeno y elementos de formación de nuevas estrellas, particularidad hasta ahora no observada por ningún telescopio.
La actividad de astros, gases y radiaciones en el espacio, ininterrumpida y no siempre entendida por quienes sueñan con la quietud beatífica del Universo, es motivo de descubrimientos sorprendentes, muchas veces contradictorios aun entre avezados investigadores que se disputan la primicia de la novedad.
Las especulaciones sobre el tiempo, como medida y dimensión para esa actividad y movimientos, cuestionadas por la física y las hipótesis del espacio estelar en expansión, contracción, asombrosas colisiones, e inmensos agujeros negros, dan pie para afirmar que es muy poco o nada lo que sabemos del Universo y su misteriosa mecánica.
Menos aún hacia donde nos dirigimos y los peligros de la promocionada“colonización”, sin reparar en la seguridad y conservación de las especies y recursos hasta ahora conocidos en la Tierra. .
Poco es el cuidado del medio ambiente del Planeta y menos del ambiente exterior, contaminado igual que la Tierra con artefactos, basuras y elementos potencialmente agresivos en constante aumento desde el inicio de la exploración espacial
.
I

La Humanidad, como la conocemos, y su entorno, se desarrolló en la Tierra hace escasos segundos comparado el tiempo que suponemos acumula el Universo y su destino, como el del Planeta, nos resulta incierto e impredecible al margen de la ciencia ficción .
La posibilidad de cambios, colisiones, o colapsos, no cercanos ni lejanos, sino posibles como fenómenos naturales ahora mejor observados y estudiados, entran también entre las dudas que ocupan el razonamiento sobre del Universo.
Resulta así necesario ser prudentes en relación a previsiones a “tiempos siderales” que nunca veremos con la experiencia mental y física que disponemos y la capacidad imaginativa hasta hoy desarrollada.
Referirnos a lo que conocemos y observamos talvez sea un ejercicio razonable a nuestro entender, sin dejar de reconocer la importancia de la imaginación creativa y las fantasías de narradores, cuentistas y soñadores, sin olvidar los peligros de creer en no pocos agoreros y “mercadistas” de ilusiones e ingenuidades.
Tras siglos de leyendas y aventuras, sabemos, por dar un ejemplo, algo más del nacimiento y desarrollo del Nilo en las “Montañas nevadas de la Luna”, a más de 5.000 m de altura, entre nubes , vapores y lluvias intermitentes.
Y hace poco, el descubrimiento de la plataforma o sub cordillera cercana al Polo Norte a 4000 m bajo el nivel del már, brindó nuevas posibilidades de aprovechamiento de recursos del Planeta.
Esto resulta producto tanto de mejores tecnológias como del conocimiento científico desarrollado, en esta ultima referencia, de la espelología, el vulcanismo , la sismología y otras especialidades de esa parte del saber.
A los recientes descubrimientos en el Planeta y los esfuerzos sobrellevados para ello, responden algunas reflexiones sobre la aventura del espacio y las incertidumbres y peligros para los acostumbrados a nuestro medio, sus valores éticos y convicciones estéticas , morales o religiosas.

II

Valentina Tershkova, la primer mujer en circunvalar la Tierra el 15 de julio de 1963, acaba de ser hospitalizada en Moscú a los 70 años de edad, para un período no establecido de rehabilitación.
Había concurrido a visitar a Alexei Leonor, otro legendario cosmonauta ruso de la generación de Gagarin, quien estaba internado y, sorpresivamente el médico aconsejó a Valentina su inmediata internación.
Cuarenta y cuatro años atrás, contando 26 de edad, había orbitado la Tierra con 46 vueltas en 71 horas, según versión de una agencia estatal rusa.
Hace pocos meses la Nasa informó sobre la reducción de la estadía en la Estación Espacial Internacional de la cosmonauta americana ingeniera Sunita L. Williams, de 42 años, para evitar, entre otros, los riesgos de la ingravidez y de las radiaciones cósmicas .
La preocupación por los problemas de salud, accidentes graves y sorpresivos, incluso la muerte de personal en la Estación Espacial Internacional o en otros Observatorios distantes de la Tierra, no es nueva pero ha recrudecido al conocerse detalles sobre sus causas y efectos.
A los peligros para la especie humana se suman la escasez de insumos vitales en viajes tripulados a lejanas planetas y los innumerables problemas que aumentan la complejidad de la aventura extra terrestre, además de la creciente contaminación sobrenatural del espacio, por una actividad sin límites en la competencia por el prestigio, el dominio o la supremacía del mismo.
La existencia limitada de insumos básicos en el espacio como oxígeno, alimentos frescos y específicos medicinales en oportunidad de urgencias, constituye una preocupación proporcional al alejamiento de la base de aprovisionamiento.
El incremento exponencial y diario de la basura y desechos y su disposición final, discutible en el Planeta, resulta inaceptable en el espacio por lo que hace al ordenamiento del mismo y las consecuencias sobre seres, naves, observatorios y otros artefactos con distintos fines.
También es inadmisible usar las profundidades del Pacífico u otras depresiones de Planeta como depósitos y acumulación de materiales descartables o radioactivos.
Estos temas, poco asumidos en la iniciación de los viajes de exploración de la bóveda celeste, constituyen algunos de los objetivos de la convocatoria de varias instituciones internacionales al estudio de un “Código de conducta” o recaudos éticos y técnicos ante situaciones críticas o límites en misiones en el Espacio estelar, así como su ocupación creciente y arbitraria por objetos extraños, de distinta calidad, duración y peligrosidad.
La muerte en el espacio estelar o en otros ámbitos celestes apareja interrogantes sobre el destino del cuerpo humano y su reintegro o no a la Tierra, como también la asistencia digna en tratamientos prolongados o los casos de muerte vegetativa, en que el paciente requiere de recursos limitados y cuya utilización se resta al servicio de otros tripulantes .
No estarán ausentes en viajes de larga duración, los problemas del sexo que, una extensa permanencia alterará funciones del organismo humano, especialmente en jóvenes en desarrollo y cuya limitación afectara relaciones y generaciones futuras.
Para atender estas cuestiones la NASA y otras Agencias Espaciales convocaron a expertos e investigadores para estudiar aconsejar entre otros temas sobre :
a) Contaminación del espacio con desechos y elementos extraños, y su disposición final
b) Conductas a seguir en ocasión de crisis en misiones espaciales, desde el punto de vista ético, religioso, médico y social.
Tratamiento a desahuciados en un medio en que escasean los recursos usuales en la Tierra.
c) Medidas para prevenir los efectos de radiaciones máximas aceptables, y las alteraciones que producen gases, partículas radiactivas y el prolongado aislamiento.
d) Jornadas laborales máximas en el exterior de las naves y en cuerpos celestes y períodos de rehabilitación correspondientes según la identidad de cada tripulante o visitante.
e) Afectación en la masa muscular, los huesos, los líquidos sanguíneos, el carácter y en las terminales de las cadenas ADN, los llamados “telómeros” en el corto y largo plazo, en función de cada personalidad comprometida.
III
Estos temas, ausentes o poco considerados hasta ahora por los organismos responsables de la actividad espacial, surgen como preocupación por la personalidad humana, su desarrollo, cuidado, preservación y muerte en ambientes lejanos de la Tierra.

Están vinculados a los valores humanos, su dignidad, defensa y vigencia permanente que debería priorizar cualquier emprendimiento o actividad.
Religiosos islamitas confeccionaron una “Guía de Fidelidad” a su credo a seguir por los cosmonautas que les permita orientarse en el Espacio hacia sus sitios sagrados y proseguir sus rituales manteniendo sus creencias como en la Tierra. En ese sentido el malasio M. Shukor integrante de la decimosexta tripulación a la EEI pudo cumplir los ritos del Ramadan atento a sus convicciones religiosas.
Otras religiones han hecho lo propio y el consuelo espiritual, la oración y la meditación trascendente pasaron a ser un factor considerable en los emprendimientos humanos en el espacio.
Convendría difundir la convocatoria para prevenir promociones a aventuras tan riesgosas sin atender las consecuencias de las mismas.
La Plata, octubre , 2007
El autor ha sido Presidente del Centro de Ingenieros
Pcia. de Buenos Aires, Argentina y es actualmente Presidente Honorario de la Academia de la